¿Cuál es el narrador ideal para tu historia?

15/07/2024

La trama está clara en tu cabeza, los personajes definidos, pero falta un elemento crucial para comenzar a escribir: ¿quién contará la historia? Elegir al narrador es uno de los grandes desafíos al construir una historia.

¿Qué es el narrador?

Dicho con simpleza, es la voz que escuchas en tu mente mientras lees. Parece algo trivial, ¿no? Sin embargo, está lejos de serlo. 

Hace algunos años, un profesor de escritura creativa me dio un consejo muy acertado: hay que construir al narrador como un personaje más. Y esto no significa darle un pasado o un arco evolutivo, pero sí construirle una personalidad única. Incluso cuando se trata de un narrador omnisciente, constituye una figura independiente del escritor y no debe confundirse con él. De hecho, el papel del escritor es simplemente poner al narrador a cargo del relato. Y cuando digo "a cargo", lo digo en serio, porque es quien lo dirige todo.

La muñeca creativa del escritor se refleja en su versatilidad para construir narradores originales. Aunque el estilo personal sea una constante de su obra, lo esencial es que, en cada historia concreta, su mano pase desapercibida. El narrador debe ser tan auténtico que el lector se olvide quién está detrás de las palabras.

Tipos de narradores

En clase de lengua es probable que hayas aprendido sobre la clasificación basada en la persona gramatical. Vamos a repasarla:

  • Narrador en primera persona: Utiliza el pronombre «yo» para relatar los eventos.
  • Narrador en segunda persona: Emplea el pronombre «tú» para interpelar lector.
  • Narrador en tercera persona: Usa los pronombres «él», «ella», «ellos» o «ellas» para describir los acontecimientos desde una perspectiva externa.

Hay quienes la consideran esta clasificación simplista y limitante, puesto que los enfoques y técnicas son mucho más diversos. Sin embargo, proporciona una base clara para comenzar a explorar. Profundicemos en algunos aspectos.

EL RELATO EN PRIMERA PERSONA

Aunque parezca evidente, debemos recordar que este narrador forma parte de la historia. Suele coincidir con el protagonista, pero no siempre es así. Lo esencial es que el lector percibe el mundo a través de su forma de ver y sentir. Está inmerso en su consciencia.

El beneficio de utilizar la primera persona es la proximidad que crea con el lector, pero es fundamental mantener la coherencia en el punto de vista a lo largo de la narración. ¿A qué me refiero? Este narrador solo puede dar testimonio de lo que está a su alcance. A menos que le otorgues características fantásticas, no puede moverse entre mentes, lugares ni tiempos diferentes. 

Además, interpreta la realidad de manera subjetiva. Es decir, que piensa y siente desde su propia identidad, y así debe percibirlo el lector.

La visión múltiple en primera persona

Esta estructura narrativa es muy popular, sobre todo en novelas young adult. Permite narrar en primera persona desde distintos puntos de vista. Un ejemplo se configura cuando cada capítulo está narrado por un personaje diferente. Otra opción es superponer dos historias conectadas, como cuando el narrador descubre y comparte memorias de otra persona.

Lo esencial para que funcione es que el lector pueda distinguir quién narra sin necesidad de aclaraciones. Si logras que cada voz sea única, habrás alcanzado un nuevo nivel en tu escritura.

EL RELATO EN SEGUNDA PERSONA

Aquí el narrador apela directamente al lector, creando con él una conexión inmediata. Cuando se maneja bien, puede ofrecer una experiencia de lectura singular, pero no es ideal para quienes están comenzando. Por eso, no profundizaré en esta alternativa. 

EL RELATO EN TERCERA PERSONA

El narrador en tercera es una voz externa e independiente de los personajes, creada cuidadosamente por el autor para contar la historia. Este tipo de narrador tiene la ventaja de ofrecer una visión más amplia y objetiva de los eventos y personajes. Te explico sus variantes:

Tercera persona omnisciente

Es el narrador más versátil porque tiene conocimiento total sobre los aspectos de la historia y libertad para relatarlo. Puede explorar las emociones de los personajes y describir eventos del presente, pasado, futuro, e incluso fuera del tiempo narrativo. Además, puede revelar información que los personajes desconocen, como también opinar y juzgar sus acciones. 

Sin embargo, no te dejes llevar por esta amplitud de acción: aunque su construcción puede resultar accesible, también es fácil cometer errores que comprometan la verosimilitud del relato.

Tercera persona de visión única

Este tipo de narrador, aunque es una voz externa, se centra en un solo personaje. Conoce la misma información que él y puede revelar sus emociones y pensamientos. Es como si siguiera al personaje con una cámara: lo que está fuera del campo de visión de esta cámara queda fuera su alcance.

Al construirlo, es crucial evitar que su voz se confunda con la del personaje. Es decir que debe haber una distinción clara entre el personaje, con su identidad, y el narrador, que es una construcción separada e independiente.

Tercera persona de visión múltiple

El narrador es una combinación de los anteriores. Explora la perspectiva de varios personajes, pero centrandose en el punto de vista de uno por vez. La diferencia con la visión múltiple de la primera persona es que aquí existe un único narrador, que mantiene su estilo y tono constantes mientras relata desde distintas perspectivas, a través de una forma de narración constante.

La elección del narrador

Insisto en que esta decisión transforma por completo la novela: cambia el alcance de la información, influye en la conexión emocional, define la perspectiva de los eventos y afecta la profundidad del desarrollo.

Los narradores en primera persona aportan un tono confesional e introspectivo, facilitando la conexión con el lector. Son ideales para historias en las que se busca revelar la personalidad y las emociones más profundas del personaje. Sin embargo, la narrativa está restringida a la subjetividad de la voz que toma, así como a sus circunstancias específicas.

Los narradores en tercera persona ofrecen una visión amplia y tienen la capacidad de moverse entre diversos puntos de vista, en su versión omnisciente plena. Además, dosifican la información a lo largo de la historia, revelando detalles según sea necesario. Funcionan en relatos con una trama enriquecida, dado que permiten explorar muchas dimensiones de la historia y mantener una narrativa dinámica.

Poner al prueba al narrador

Como bien mencionamos, decidir qué tipo de narrador utilizar es un paso fundamental en el proceso de escritura. Cada elección abre un abanico de posibilidades que puede transformar tu historia. 

Para concluir, te propongo un ejercicio práctico: tomar el narrador que creas más adecuado y escribir un par de párrafos de alguna escena clave. Da igual si al al final esa escena se conserva o no. Luego, te propongo reescribir esa misma escena desde otra perspectiva. 

Este sencillo ejercicio permite comparar y apreciar cómo cada voz puede dar forma a las ideas,  enriquecer la narrativa y comprobar cómo tu lector la experimenta. 

¡Lo importante es atreverse a explorar hasta dar con la voz ideal para la historia!

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